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De toda esta pasión de Hartmann Laboratorios por llevar el cuidado de la salud a un plano más cercano al beneficiario final, la empresa apuesta a un crecimiento que vaya generando e implementando ideas que perfeccionen la eficiencia. Hartmann se esfuerza en sus fábricas para llevar la salud más adelante, con miras a un futuro donde el cuidado sea tan sencillo como decirlo, por eso se declara también como una empresa llena de colaboradores, abierta a nuevas ideas y oportunidades de innovar en este campo, que puede marcar importantes cambios a largo plazo, construyendo relaciones sostenibles con profesionales, especialistas, enfermeros y también con los pacientes, incluyendo entre sus colaboradores a los farmacéuticos, los distribuidores y todas las partes interesadas en darle al área de cuidado de heridas, protección de personal de pabellón quirúrgico, empleados hospitalarios y hasta a su personal en las plantas de producción. Con la premisa de que, diferentes perspectivas, acaban por generar cada vez mejores ideas que ayuden a alcanzar la meta de brindarles bienestar a las personas. Hablando de Sterillium, una de las tantas marcas que identifica a Hartmann en el campo del cuidado médico de pacientes, presenta uno de sus productos estelares, el desinfectante de manos que revolucionó el mercado y cambió para siempre la forma de higienizarse las manos para los profesionales de la salud, que antiguamente usaban agua y alcohol al 96% con gasas estériles, agua caliente con jabón y cepillo, que si bien brindaban limpieza, también ocasionaban daños a la piel o no eliminaban por completo las bacterias y se corría el riesgo de contaminar al paciente o a sí mismo. Sterillium fue la fórmula que el Dr. Kalmar de Laboratorios Hartmann patentó para que desde junio de 1965, sea la forma más segura de desinfección en el campo de la medicina