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Puerto Galiano comienza su recorrido como laboratorio farmacéutico a finales de los años 20cuando Rafael Puerto Galiano, fundador de esta compañía, farmacéutico y médico español que comenzó a vender sus fórmulas medicinales en la farmacia que regentaba.
Su fama inicia al traer su materia prima de Alemania, lo que le favorecía pues le hacía contar con principios activos que otros no podían disponer tales como ácido acetilsalicílico. Lo que permitió la creación de Okal en 1932, el primer analgésico español altamente efectivo, tanto así que se mantuvo como el más vendido durante tres décadas.
En los años 40 adopta el nombre de Industrias Farmacéuticas Puerto Galiano puesto que se logró la construcción de una fábrica en la que podían elaborar sus productos con moderna maquinaria y para cuyo funcionamiento emplearon a más de 100 trabajadores. A partir de esto se desarrollan productos muy conocidos en la actualidad como Polvos Evans, Zeninas y Gargaril. Productos que aún en la actualidad ocupan un lugar importante en las farmacias españolas.
Su éxito les permite, para los años 90, trasladarse a unas instalaciones más amplias y abastecer no solo sus propias necesidades sino comenzar a fabricar a terceros. Esta compañía se ha dedicado, desde su fundación a la creación de medicamentos enfocados al cuidado de las personas, buscando tratamientos para dolores y otras afecciones cotidianas que las personas padece en su día a día tales como estreñimiento, rinitis, irritación de la garganta y la piel, mal olor, hongos, por nombrar algunas. Para ello se inspiran en las capacidades curativas de elementos de la naturaleza, utilizados y procesados bajo los más estrictos parámetros de higiene, seguridad y efectividad para garantizar el mejor cuidado posible a sus clientes y al público en general, puesto que para Puerto Galiano nada es más importante que la satisfacción de sus clientes.