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Si estás luchando regularmente con un problema de sueño, puede que sea un trastorno del sueño.
Muchas personas experimentan problemas para dormir en un momento u otro. Por lo general, se debe al estrés de los viajes, las enfermedades u otras interrupciones temporales de tu rutina normal. Pero si los problemas para dormir son frecuentes e interfieren con tu vida diaria, puedes estar sufriendo un trastorno del sueño. Un trastorno del sueño es una afección que con frecuencia afecta tu capacidad de dormir lo suficiente.
Si bien es normal experimentar dificultades para dormir ocasionalmente, no es normal tener problemas para conciliar el sueño por la noche, despertarte agotado o tener sueño durante el día. Con frecuencia tener problemas para dormir puede ser una experiencia frustrante y debilitante.
Duermes mal por la noche, lo que te hace sentir cansado por la mañana y cualquier energía que tengas se agota rápidamente durante el día. Pero entonces, no importa cuán exhausto te sientas por la noche, todavía tienes problemas para dormir.
Y así, el ciclo comienza nuevamente, afectando gravemente tu estado de ánimo, energía, eficiencia y capacidad para manejar el estrés. Ignorar los problemas y trastornos del sueño puede dañar tu salud física y provocar aumento de peso, accidentes automovilísticos, problemas de rendimiento laboral, problemas de memoria y relaciones tensas.
Si quieres sentirte lo mejor posible y mantenerte saludable, la calidad del sueño es una necesidad, no un lujo. No obstante, puedes ayudarte a dormir con medicamentos inductores del sueño.
Usualmente, estos fármacos contienen antihistamínicos y son de venta libre, ya que por lo general son utilizados como tratamiento para las alergias. En el caso de precisar medicamentos denominados hipnóticos, estos han de recetarlo un médico, y la finalidad de estos es disminuir el lapso de tiempo en que logras la conciliación del sueño.
En los medicamentos inductores del sueño se encuentran distintos principios activos, y entre los que más destacan se encuentra Zolpidem, muy usado para tratar cierto problema del sueño (insomnio) en adultos.
Si tienes problemas para conciliar el sueño, este ingrediente te ayuda en conseguir una conciliación del sueño más rápida, para que puedas descansar mejor por la noche y también puede reducir la cantidad de veces que te despiertas durante la noche.
El Zolpidem pertenece a una clase de medicamentos llamados sedantes-hipnóticos, actúa en tu cerebro para producir un efecto calmante.
Otro principio activo muy efectivo es el Zaleplon, el cual se implementa frecuentemente para tratar el insomnio en las personas que tienen dificultad para conciliar el sueño o para dormir sin interrupciones (despertarse en medio del sueño); pertenece a la clase de medicamentos llamados sedantes-hipnóticos y funciona disminuyendo la actividad del cerebro para permitirte dormir.
Otro principio activo muy popular es la Eszopiclona, usada para tratar problemas del sueño como el insomnio, te puede ayudar a conciliar el sueño más rápido, permanecer dormido por más tiempo y reducir la frecuencia con la que te despiertas durante la noche, para que puedas descansar mejor por la noche. La Eszopiclona pertenece al conjunto de medicamentos sedantes-hipnóticos calmantes.
El Ramelteon, al igual que el resto de los principios activos mencionados, también es un ingrediente presente en los medicamentos para inducir el sueño, y pertenece al grupo de medicamentos sedantes-hipnóticos.
Los medicamentos inductores del sueño deben usarse por períodos cortos de tratamiento, usualmente entre 1 a 2 semanas o menos, asimismo el uso prolongado de estos puede producir una especie de adicción, lo que conlleva a que la persona se acostumbre a tal modo a dormir tomando estas pastillas, que si un día no las toma no logra conciliar el sueño.
Si notas que tu insomnio continúa por más tiempo, habla con tu médico para que te indique si necesitas otro tratamiento. Si eres un adulto mayor o tienes una enfermedad hepática, generalmente se te recetará una dosis baja para disminuir el riesgo de sufrir una discapacidad.
No suspendas tu medicación sin hablar con tu médico o farmacéutico. Si de repente dejas de usar alguno de estos medicamentos, puedes tener síntomas de abstinencia (como náuseas, enrojecimiento, calambres estomacales, nerviosismo, temblores). Para ayudar a prevenir la abstinencia, tu médico puede reducir la dosis lentamente.
La abstinencia es más probable si has usado el fármaco durante mucho tiempo o en dosis altas. No hagas uso del fármaco si eres alérgico a cualquiera de sus componentes. Si notas una reacción desfavorable, suspende su uso y consulta con un médico.
Toma el medicamento inductor del sueño por vía oral según las indicaciones de tu médico, que por lo general indica que lo tomes justo antes de acostarte. No lo tomes con o justo después de una comida rica en grasas o pesada, ya que puede no funcionar tan bien.
La dosis se basa en tu afección médica, edad, función hepática, otros medicamentos que puedas estar tomando y la respuesta al tratamiento. No tomes más del fármaco de lo recetado porque aumentarás tu riesgo de presentar efectos secundarios.
En la mayoría de los casos, la dosis inicial es de 1 miligramo a la hora de acostarte. Esa dosis disminuye el riesgo de tener problemas para realizar con seguridad actividades que requieran estar alerta al día siguiente (como conducir u operar maquinaria).
Además, es posible que no estés completamente alerta al día siguiente, pero crees que estás completamente alerta. Si te recetan una dosis de 3 miligramos de un medicamento inductor del sueño, no debes realizar actividades que requieran estar alerta al día siguiente.
Pregúntale a tu médico o farmacéutico para obtener más detalles al respecto. No tomes una dosis del medicamento a menos de que tengas tiempo para una noche de sueño completo de al menos 7 a 8 horas. Si tienes que despertarte antes de eso, puedes tener algo de pérdida de memoria y puedes tener problemas para realizar de manera segura cualquier actividad que requiera estar alerta.