Añadiendo al carrito...
Acn Purificante Roll-On Arbol Del Te 5 Ml.
Disponible
El acné es un problema de salud común que afecta a personas de todas las edades. Aunque se puede presentar en cualquier momento durante la adolescencia o la vida adulta, el acné es más común en la adolescencia.
Según estudios, hasta el 85% de los adolescentes y el 45% de los adultos pueden experimentar algún tipo de acné durante su vida. Sin embargo, acudiendo a tratamientos y productos especializados, encontrar el mejor resultado para lidiar contra las consecuencias del acné es más sencillo de lo que lo ha sido nunca.
El acné es una enfermedad de la piel que se caracteriza por la aparición de granos, espinillas y puntos negros. La causa del acné se encuentra en los folículos pilosebáceos, que son glándulas sebáceas pequeñas situadas en la capa superficial de la piel. Estas glándulas producen el sebo, una sustancia oleosa que lubrica y protege la piel. Cuando hay exceso de producción de sebo o éste se tapona en los folículos, las bacterias comienzan a crecer y se produce inflammation.
Por tanto, la causa principal del acné es la producción excesiva de sebo. Aunque todavía no se conocen las causas exactas de esta producción, se cree que está relacionada con los niveles hormonales, ya que el acné suele aparecer en la pubertad, cuando hay un aumento de las hormonas masculinas (andrógenos). Otros factores que pueden influir en la aparición del acné son la sensibilidad individual a los andrógenos, ciertos medicamentos (esteroides, anticonvulsivantes), o incluso el estrés.
El proceso por el que se produce el acné comienza en los folículos pilosebáceos. Estas glándulas producen el sebo, una sustancia oleosa que lubrica y protege la piel.
El acné es una condición de la piel que se caracteriza por la aparición de granos, espinillas y/o protuberancias. A menudo se asocia con la pubertad, pero también puede presentarse en adultos. Las causas del acné son muchas y variadas, pero generalmente se relacionan con ciertos factores como la alteración hormonal, el estrés, la mala higiene o la dieta. No obstante, el acné no es una condición grave y suele desaparecer espontáneamente con el tiempo.
Para prevenir o minimizar los síntomas del acné, es importante mantener una buena higiene facial, evitar tocarse la cara y limitar el consumo de alimentos grasos o azucarados.
El acné es una enfermedad muy común, y a menudo se puede tratar con éxito. Hay muchos diferentes tipos de tratamiento para el acné, y es importante hablar con un dermatólogo para encontrar el tratamiento que mejor se adapte a sus necesidades.
Los tratamientos tópicos son los más comunes, y suele haber una amplia variedad de opciones disponibles. También existen tratamientos orales, que pueden ser útiles en algunos casos. Las personas con acné grave pueden necesitar un tratamiento más intenso, como la terapia fotodinámica o la cirugía láser. Sin embargo, no es habitual.
Lava tu cara con un jabón suave dos veces al día. El uso excesivo de jabón o productos para la piel que contengan aceite o alcohol pueden irritar la piel y empeorar el acné.
Elimina el exceso de grasa de su cara con un paño limpio después de lavarse la cara o exponerse al sudor.
Evita frotar, rascarse o tocar las espinillas. Esto solo hará que se inflamen más y aumentará el riesgo de infectarlas.
Usa maquillaje suave y sin aceite si tiene acné. Trate de encontrar productos etiquetados "no comedogénicos" o "hipoalergénicos", que son menos propensos a causar brotes.
El acné es una enfermedad muy común, pero también es muy tratable. La mayoría de las personas con acné no necesitan tratamiento médico, y pueden manejar su condición con cuidado en casa.
Los tratamientos más eficaces suelen incluir una combinación de medicamentos recetados y productos de venta libre que puedes encontrar en Farmacia Ribera. Si el acné es grave o no responde a los tratamientos en el hogar, es posible que se requiera un tratamiento médico. Si sigues los pasos de prevención adecuados, puedes evitar que el acné te afecte.